23.11.10

Lecturas sobre lecturas


"Literary Theory: The Basics" de Hans Bertens es otro exponente de la colección "The Basics" de Routledge. Recuerda un poco a otra buena serie de textos introductorios, las "Very Short Introductions" de Oxford University Press. La colección de Routledge, sin embargo, tiene solo un puñado de libros y la extensión de los mismos es algo mayor. Su linea editorial parece también menos conservadora.

Física y química

Encuadernación en rústica. 256 paginas, incluyendo indice y bibliografía general. Nueve capítulos, cada uno con su breve resumen final y bibliografía especifica. Un diseño de tapa que no llama
ni ahuyenta. La reseña se basa en la segunda edición revisada, impresa en el 2004.

Andamiaje


El libro se plantea como un recorrido por las diferentes escuelas y corrientes de pensamiento que hacen a la teoría literaria y sus adyacencias. El orden de exposición es explícitamente cronológico, pero el autor se permite sin embargo algunos reordenamientos menores para agrupar temáticamente ciertos movimientos.


Los primeros cuatro capítulos se dedican a lo que podriamos llamar explícitamente teoría literaria, mientras que los otros cinco resultan algo mas dispersos y relacionados con los llamados culture studies y la concepción amplia de texto (y quizás incluso discurso, en su asepción Foucaultiana). El libro se divide así de manera bastante evidente (aunque no explícita) en dos tramos, marcada la frontera por el post-estructuralismo.


En el primer cuarteto, "Reading for meaning" expone las bases de los llamados New Criticism y Practical Criticism, predominantes en Inglaterra y EEUU respectivamente. "Reading for form I" trata sobre el formalismo ruso y "Reading for form II" sobre el estructuralismo como macro teoría, así como en su aplicación mas puntual a la teoría literaria. Por ultimo, "Political reading" trata sobre las lecturas políticas e incluye una visión inicial de la teoría literaria asociada al marxismo, feminismo, gender studies y colonialismo (temas que el autor retoma a posteriori).


En cuanto a los otros cinco capítulos, los títulos son mas que ilustrativos: "The poststructuralist revolution" (Derrida y postmodernismo), "Poststructuralism continued" (Foucault & Lacan), "Literature and culture" (nuevo historicismo y materialismo cultural), "Postcolonial criticism and theory" y "Sexuality, literature, and culture". Aquí, como indicamos antes, el autor se adentra un poco mas en el terreno amplio de los culture studies, pero el punto de partida sigue siendo, si no lo literario exclusivamente, al menos los textos o las practicas discursivas.

La bibliografía específica al final de cada capítulo se explaya brevemente sobre las virtudes y defectos de los libros mencionados, a fin de guiar un poco al lector y plantear un orden coherente para futuras incursiones. Gesto raro, que se agradece en un libro eminentemente didáctico como este.


Cráneo adentro


El libro cumple su cometido admirablemente; el desarrollo es ameno y va llevando a nos profanos sin demasiado sufrimiento por un tema mas bien escabroso. Se hace desear casi inmediatamente algún tipo de ejemplo sobre la aplicación de estas teorías a textos puntuales; esto, sin embargo, no es un tema trivial y ni es el objetivo del volumen.


Como punto interesante, Bertens remarca la importancia de la noción de ser humano que toma cada corriente. El New Criticism y Practical Criticism se basan en la visión liberal humanista, mientras que el estructuralismo de posteriores capítulos presenta un hombre mucho mas mecánico, insertado en los engranajes del sistema. Esto lleva finalmente a la visión del hombre determinado por el entorno que plantean el marxismo y sus descendientes (feminismo moderno, postcolonialismo), así como los herederos de Foucault (el materialismo histórico y otros). Esta diferenciación no es trivial, particularmente en sus implicancias políticas.

3.11.10

Benchmarks

Algunas miserias de la traducción son irreparables. Convertir benchmark en valor referencial o alguna otra chacarera explicada le roba mucho al término. Lo condena también al registro técnico, cuando en el ámbito sajón se lo puede ver aplicado en campos mucho mas variados.

Para alguien acostumbrado a la exactitud de la física y la matemática, la falta de precisiones de gran parte de las ciencias sociales puede ser incomoda en un comienzo. Sin embargo, a pesar de esto, es util a veces plantearse ciertos intentos de cuantificación, establecer fronteras para marcar un sí y un no, un antes y un después, delimitar dos categorías. Un benchmark que sirva de guía.

No participo de ese antiperonismo casi hereditario que siento en la generacion de mis padres. Tampoco del peronismo. Entiendo que mi relativo desinteres por esta antinomia no invalida las pasiones que pueda suscitar, pero siempre cuestioné donde se encuentra la frontera con el fanatismo o la imbecilidad (primos hermanos casi por definición).

La muerte de Néstor Kirchner puede ayudarnos con este benchmark escurridizo. Es dificil pensar que alguien se regocije en la muerte de otro ser humano fuera del fanatismo extremo, de una estrechez de espíritu bastante escabrosa. Los tres o cuatro bocinazos festivos, los contados comentarios con sorna que escuche en estos días me causaron un rechazo visceral, una idea de algo que se opone a la condición humana, si existe tal cosa. Una persona que se alegra con la muerte de Néstor Kirchner nunca puede ser un opositor sino otra cosa, un elemento totalmente ajeno a las virtudes humanas básicas que requiere la participación honrosa en el debate y la política.

Ese es mi humilde benchmark a la hora de separar apasionados de fanáticos.