21.12.11

Numerología

La mujer amada se ríe de mi afición por los números. Sera algo genético, la crianza, o quizás el estudio de la ingeniería. El origen, en realidad, poco importa. Hace poco le grité, irreflexivo, a un amigo humanista: "Ciencia es lo que se puede medir". No pienso eso realmente, pero tampoco es un mal comienzo.

Diálogos recientes aumentan mi convicción: nos hacen falta mas números. Mas cifras, mas precisiones, mas convicciones verdaderas. Estar convencido de que "tiene que haber mayor redistribución del ingreso" no es estar convencido de nada. Cuanta redistribución? Decir que los empresarios deben tener margenes de ganancia razonables es una idiotez. Cuanto es razonable?

No todo es susceptible de plasmarse en números. Sin embargo, cuando algo puede medirse, ser vago al respecto es un síntoma de ignorancia, superficialidad o falta de convicciones.

Durante años dije que el espanto que mucha gente tiene a las matemáticas nace de la manera paupérrima en la que se enseñan en la secundaria. Sigo creyendo que esto tiene algo de cierto. Sin embargo, empiezo a pensar que alguna gente teme a las precisiones numéricas porque nos obligan a cierta coherencia, a cierta honestidad, a declaraciones que realmente implican un riesgo.

3 comments:

I. said...
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ivana said...

mas convicciones verdaderas
¿Verdadero respecto de qué? De sí mismas. Así es fácil.
De todas maneras me parece que estoy de acuerdo con el punto, pero es temprano y no desayuné.

ivana said...

Me desdoblé.